La Tropa Impeesa ha vivido unos intensos Juegos Olímpicos durante los días del 16 al 30 de julio, en la villa olímpica de Barbadillo del Mercado. Llegamos al lugar el día 16 por la tarde y, tras una breve bienvenida por parte del comité organizador, pasamos a la adecuación y construcción de las infraestructuras necesarias para poder pasar, de la manera más gratificante posible, las dos semanas siguientes.
Tras la creación de nuestras propias equipaciones deportivas, con sus camisetas y sus banderas de patrulla, dimos paso a la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos, en la que se recibió por todo lo alto a los equipos participantes, Águilas, Jabatos, Unicornios, Tarántulas y… ¡Murciélagos!, sí, por fin la patrulla de los responsables tiene nombre y es el de esos pequeños animalillos nocturnos, mamíferos y voladores.
Un comité de antiguos griegos, nos trajo la antorcha olímpica hasta nuestra villa y de esa manera pudimos encender nuestro pebetero, que debería permanecer encendido durante toda la duración de los Juegos Olímpicos.
Pero un despiste hizo que nuestra llama se apagara y los antiguos griegos decidieron darnos una última oportunidad de conseguir la llama olímpica para nuestros Juegos, aunque, para ello, deberíamos ganárnosla y demostrarles que realmente podían confiar en nosotros.
Durante los siguientes días estuvimos trabando duro, construyendo nuestra villa, y procurando mantener nuestra zona lo más limpia y ordenada posible, para ir consiguiendo las medallas necesarias para encender de nuevo nuestra llama olímpica.
Y después de un divertido día de hermanamiento con el resto del Grupo y la gente del pueblo de Barbadillo, empezaron nuestras pruebas olímpicas.
La primera fue el Maratón (empezamos fuerte), que fueron 42 km por los lugares más atractivos de la zona, durante tres intensos días. Pasamos por sitios como el monasterio de San Pedro de Arlanza, donde descubrimos interesantes leyendas de la zona, la ermita de San Pelayo, que nos brindó fabulosas vistas, Fuente las Mozas, donde nos dimos un merecido chapuzón, Contreras, entre las sierras del Gayubar y del Carazo y La Revilla, donde conocimos las costumbres y tradiciones de la zona y disfrutamos de un relajado día en las piscinas, aunque también lo aprovechamos para realizar algunas pruebas acuáticas. La Maratón terminó al llegar de nuevo a nuestra villa olímpica y tuvimos nuestros tres primeros ganadores de medallas por prueba olímpica.
Después vinieron el resto de pruebas olímpicas, las cuales estuvieron muy disputadas, pero a la vez muy disfrutadas. Tuvimos pruebas de Atletismo, de Fuerza, de Flexibilidad y de Agilidad y Destreza. Todos ganamos en diversión y todos aprendimos un poco más de deportividad, a la hora de enfrentarnos en una competición.
Y tras la visita de nuestras familias, para darnos ánimos en los últimos días y reponer fuerzas mediante sus fabulosos complementos alimenticios, nos fuimos durante 24 horas a realizar nuestra última prueba, “Mente sana en cuerpo sano”, en la cual tuvimos que poner a prueba nuestra mente y reflexionar sobre todo lo vivido a lo largo de este último trimestre.
Para completar nuestra inmejorable forma física, contamos con otro comité de sabios griegos, que nos estuvieron hablando de los efectos de las drogas y, todos juntos y de forma divertida, aprendimos la importancia de aprender a decir que no.
Gracias a nuestro empeño por hacer las cosas bien, conseguimos las medallas necesarias para que los griegos confiaran en nosotros y nos dieran de nuevo el fuego olímpico, por lo que nuestro pebetero volvió a estar encendido.
Y así, sin apenas darnos cuenta, iba llegando el final de nuestros Juegos Olímpicos. Pusimos en común todo lo reflexionado en los días anteriores y evaluamos cómo podríamos mejorar para las siguientes ocasiones. De esta manera, pudimos terminar con buen pie, celebrando todos juntos, la Entrega de Medallas y la Ceremonia de Clausura, que terminó con una inesperada bomba de cánticos y bailes. Pero además, pudimos celebrar el Compromiso Ranger de tres de los miembros de la Tropa, que por fin completaron su Hexágono de Progresión. ¡Enhorabuena Sara, Ruth y Ángel!
Y, una vez terminados nuestros Juegos Olímpicos, ayudamos a recoger y desmontar todas las infraestructuras que nos habían permitido disfrutar de estos maravillosos días, celebrando, con todo el Grupo, el final del campamento y, para algunos, el final y el comienzo de una nueva etapa. Nos despedimos de una ranger que empieza ya su nueva etapa en pioneros, con la Unidad Red Climber, y dimos la bienvenida a diez lobatos que terminaron la suya en la Manada Seonee, para empezar una nueva, en la Tropa Impeesa.
Y, después de todo un trimestre preparando estos Juegos Olímpicos y todo un campamento celebrándolos, se apagó la Llama Olímpica… Pero esto no nos entristece, porque a principio de curso empezaremos otra vez, con nuevas y mejores aventuras!
Hasta dentro de unos meses y ¡a disfrutar del verano!
Bárbara te echaremos mucho de menos!! te queremos y muchooo