Este sábado, Paloma, una rover de Sayela comienza un campo de trabajo scout durante 15 días con rovers de todo el mundo cerca de Salzburgo.
«A unos 20 kms al Norte de la ciudad de Salzburgo, en el paisaje de los lagos de Trumer y justo a la orilla del lago de Grabensee, una de las reservas biológicas más cálidas de Austria, se encuentra Zellhof una antigua granja reformada por rovers y viejos lobos scouts en Salzburgo.
Hoy en día, los 30.000 metros cuadrados de campo disponibles son utilizados como lugar de campamento internacional para todos los scouts del mundo que quieran (y puedan) ir a realizar sus acampadas de verano a un lugar que promete ser mágico a simple vista.
La organización y la limpieza del lugar corre a cargo de voluntarios rovers llegados de todas partes del mundo movidos bajo el lema “cuanto más te comprometas, más recibirás a cambio”.
Componen lo que allí llaman el “Zellhof team”, un equipo unido por las ganas de trabajar sin recibir nada a cambio y que todos los días prepara un planning diferente lo que permite a cada uno de los miembros rotar en sus actividades y conocer al mayor número de personas posible.
Además el “Zellhof team” participa en actividades organizadas con grupos allí acampados y entre ellos conforman una gran rama de rovers con intercambios de opiniones, actividades propias, y debates sobre escultismo y modo de trabajar de la rama ruta en cada país de origen.
Y ahí de ese equipo formaré parte la próxima semana. La verdad es que ha ocurrido todo de forma muy rápida… aunque desde hace ya mucho tiempo he estado en contacto con el equipo de Austria, no fue hasta hace un par de semanas cuando tuve los billetes en mano y finalmente pude decir que me iba de voluntaria a Zellhof.
Ahora mismo, varias sensaciones me invaden; me siento feliz y a la vez asustada. Hasta el preparar la mochila en esta ocasión está siendo algo especial y diferente. Me acuerdo de la primera vez que la preparé para irme de acampada con los lobatos y en el fondo me doy cuenta de todo lo que me ha aportado el crecer con un pañuelo marrón y naranja colgado del cuello. Y aunque al principio veía todo esto como una culminación, ahora prefiero planteármelo como un inicio, el poder comenzar a poner en práctica todo lo que he aprendido durante mis años en un grupo. Salir al mundo y decir, sí; tengo ganas de cambiarlo, de dejarlo en mejores condiciones de cómo lo encontré.
Así que, finalmente el domingo, mi mochila, mi camisa verde (verde esperanza), mi pañoleta de Sayela, mi diario y yo, volaremos vía Frankfurt hasta Salzburgo, donde un desconocido vestido de scout, me estará esperando para llevarme a Zellhof, donde quizás pueda vivir una de las mejores experiencias como ruta y como scout en compañía de otros muchos que quieren que el servir ruta no se quede sólo en una mera palabra.
Como dicen por allí arriba… yours in scouting… buena caza.»
Vía Scouts Burgos