Como cada año a algún “voluntario” le toca escribir la editorial del campamento y este año me ha tocado a mí, … Cuánta confianza depositada!!!!.
Una vez más, por estas fechas nos ponemos en marcha para organizar la actividad más importante del año, el campamento de verano.
Todo el mundo tiene anécdotas de distintos campamentos en los que haya estado tipo “El chico que descubrió el ultimo día que su madre había metido en la mochila más de un calzoncillo”, vivencias como: compartir con los compañeros de patrulla una noche estrellada alrededor de una fogata, sentimientos: ese beso que por fin te atreviste a dar a esa chica que te gustaba. Por este tipo de cosas decimos que ir de campamento es guay, pero con el paso del tiempo, descubres que además hay otras que también te las ha aportado un campamento scout como son:
Una educación en valores.
La importancia del trabajo en equipo.
El aprovechamiento de los potenciales de cada individuo.
Un modelo de persona.
…
Cuando hablo con padres del grupo y éstos nos felicitan y nos dan las gracias por el trabajo que hacemos con sus hijos, yo les intento explicar que para nosotros la mayor recompensa es ver crecer y progresar a un mocoso de patatierna (que puede ser un monstruo insoportable) hasta que es un “casi adulto”, con el paso del tiempo, la aportación de sus padres y nuestro pequeño granito de arena se convierte en un ruta, con un proyecto de vida basado en crear un mundo mejor y que se siente orgulloso de ser Scout.
Por todo lo dicho anteriormente me despido pidiendo una cosilla: dejad que vuestros hijos participen en la actividad más importante del año, la cual, es el culmen de una etapa de su progresión y da sentido al trabajo realizado durante el resto del curso. De esta forma os podréis felicitar también vosotros, ya que os daréis cuenta de que además de pasar unos buenos 15 días, vuestros hijos aprenderán algo que no viene en los libros, pero que posiblemente les aporten una de las mejores lecciones.
El Jefe de Campamento, Fco. Javier Gómez Royuela