Para la mañana siguiente nos esperaba el famoso British Museum, donde se pueden contemplar muchísimas piezas de la cultura de todo el mudo, que los ingleses muy amablemente se han encargado de recopilar… Luego fuimos a Covent Garden, donde había un mercadillo, y actuaciones callejeras.
Estuvimos en Trafalgar Square montando en león, y de ahí ya bajamos al Big Ben y al parlamento. Así que pudimos ver el Big Ben dando sus últimas campanadas antes de que se pusiesen a repararle. Pasamos por la Abadía de Wetminster, hacia Regent´s Park para ver Buckingham Palace, desde fuera de la valla. Todo muy bonito, la verdad.
Y ya en nuestro ultimo día en London, aun nos quedaban muchas cosas por ver, así que dejamos las mochilas en el albergue, y nos fuimos al London Eye, que es una noria gigantesca, al lado de Tamesis, que en sus 30 minutos de recorrido, puedes disfrutar de Londres a vista de pájaro, ya veréis las fotos.
Luego ya el puente de Londres, la Torre de Londres a la que al final no entramos, y la catedral de St Paul, donde comimos. Por la tarde la mitad fueron al mercadillo de Candem Town, centro de la multiculturalidad londinense, y bastante impresionante. Y la otra a Picadilly Circus, a realizar unas compras en una macro tienda de deportes.
Bueno claro, todos menos uno, Sergio, que prefirió perderse en el metro, al perdernos de vista cuando hicimos un transbordo, y tener sus propias aventuras, para poder contactar con nosotros.
Luego nos juntamos todos en Candem, para ver el Soho, y cenar en Chinatown, en un buffet chino, donde pudimos saciar nuestro apetito a lo bestia. Dimos un paseo a Picadilly para bajar la cena, y nos encaminamos al albergue a recoger nuestras mochilas.
Y ya comienza el viaje de vuelta, metro hasta la estación de autobuses, (un poquito dormidos), allí nos hicimos un poco de lio para coger el bus dejando escapar un par de ellos, pero al final lo conseguimos. Así que bus al aeropuerto (dormidos), llegando allí sobre la 1 de la mañana y hasta las 5 que facturábamos, pues a dormir en el suelo. Luego el avión, a dormir también, y llegada a Bilbao, desde donde cogíamos un bus a las 5 para Burgos, algunos una cabezada en la estación, otros viendo Bilbao. Y ya por fin el ultimo autobús, con destino a casa, y la ultima cabezada. Y ya poder ver a los Papis y Mamis.