NUESTRA PRIMERA FUNCIÓN

El despertador suena… ¡Oh, no! ¡Son las ocho menos cuarto! ¡Me he dormido!¡¡¡Mamá, los trajes, rápido, ayúdame a coger el libreto!!!…

Ocho y media de la mañana, todos puntuales en la base, cargamos los coches con los últimos atrezzos y a Gamonal.

Entramos en el teatro y de repente el estomago con el desayuno todavía en él nos da un vuelco. No habíamos sido conscientes de a lo que nos enfrentábamos hasta que no vimos con nuestros propios ojos esa realidad, que era un teatro en condiciones.

Y la marcha atrás comienza: Focos, luces, escenografía, preparar las cosas, salidas, colocaciones, coordinación, maquillaje, ¡Plánchame el pelo! ¡Píntame bien esta barba! ¿Alguien ha visto mi pandereta?

Doce menos cuarto y aún parecía que quedaban mil cosas por preparar. Pero por suerte todo estaba listo a tiempo.

¡Las doce! Todos a sus puestos que se va a abrir al público. Desde detrás del telón se oían los murmullos de curiosidad de la gente, pero la tensión y el nerviosismo de nosotros, unos actores novatos frente al peligro, se sentía aún más. Tres minutos que se hicieron interminables y la música empezó a sonar. Chicos ya no hay vuelta atrás, ¡¡¡mucha mierda!!!

Primera salida, todos cara a cara con el público expectante y listo para analizar cualquiera de tus movimientos, primeros aplausos, un sonido que reconfortaba y abrigaba como una palabra de cariño.

Salir del paso de situaciones que para nosotros eran nuevas, segunda, tercera, cuarta salida… el tiempo pasaba muy rápido, aunque habíamos repasado cada uno de los movimientos como unas mil veces, parecían nuevos para nosotros.

Hora y cuarto, y el show estaba apunto de acabar. Todo había pasado muy rápido, y por lo que parecía todo había ido de perlas.

Las sonrisas inundan nuestras caras, ya no importa que hubiéramos hecho mal un paso o que no hubiéramos sacado una tela, el reconocimiento estaba ahí al igual que la adrenalina y el sudor. El espectáculo había acabado.

Pero por unos días. No os creáis que vamos a privar a Burgos de nuestro trabajo, aún nos quedan dos representaciones más, en el teatro de la Casa de la Cultura de Gamonal, el jueves 28 de mayo (20:00) y el sábado 30 (12:00), en las que nos dejaremos la piel en el escenario para que nuestro objetivo se cumpla. Pasate por alli, y si quieres reservar tu entrada ponte en contacto con cualquiera de nosotros o por correo a (sayela@scoutsburgos).

No queremos que nuestro esfuerzo y el de todos nuestros responsables haya sido en vano, la diversión está ahí pero nuestro fin social es el más importante.

Queremos sacar el máximo dinero posible para donarlo a la Fundación Vicente Ferrer , en concreto para un proyecto que fomenta la educación de la mujer desfavorecida, en el cual se mandarán todas las bicicletas posibles a unas niñas de la India para que puedan acudir a la escuela.

Y para concluir solo decir: “¡The show must go on!”