Un año mas y a pesar de que la mañana del domingo 24 de Mayo no invita a levantarse pronto, nos pusimos nuestros mejores trajes de campo y lluvia, y salimos rumbo a Duruelo de la Sierra, localidad donde nuestros hijos culminarán el año de trabajo en Scout.
Eran las 12 cuando llegamos al lugar donde se montará el campamento, y mientras los Responsables describían las varias ubicaciones de cada rama los que teníamos la gran responsabilidad de no defraudar con las expectativas generadas desde el año pasado nos pusimos manos a la obra con las paelleras, pucheros, mesas, etc., pues el trabajo era mucho y el tiempo poco.
Poco a poco las paellas se llenaban de buenos condimentos y se notaba una sana rivalidad a ver cual de las dos salía mejor. Los había mas tradicionalistas y otros más vanguardistas en la arte de hacer paella, creo que al final las dos quedaron muy bien.
El concurso de postres fue todo un éxito y se noto la calidad y empeño en la realización de cada dulce.
Una vez terminada la comida (con postre y café incluido), el ambiente se distendió un poco fruto de la acumulación de energía; unos buscando rápidamente el mejor compañero para las cartas, otros simplemente disfrutando de la tarde que al final nos dió un poco de tregua con la lluvia, y algunos para pasarlo bien, disfrutaron de la tarea de fregar todos los cacharos.
La visita al campamento de verano es ya una fecha importante en el calendario scout Sayela.