Después de haber pasado uno de los cursos mas duros para nosotros y saber que no tendríamos que volver a tocar los libros llegaron las fechas del campamento de verano. Era una liberación saber que se nos quedaban quince días llenos de risas, juegos y anécdotas. Y así fue.
Los Rutas llegamos a La Revilla, junto con los Pioneros y algunos Responsables, el día
14 de julio dispuestos a vivir nuestro gran campamento. La primera impresión que nos dio la campa fue de una especie de sabana africana. En el precampamento, nos dedicamos a adecentarla y a construir las primeras estructuras las cuales formarían nuestro campamento.
Dos días más tarde, llegaron los Ranger y los Lobatos y el campamento comenzó su curso ajetreado y sin parar. Hicimos numerosas actividades como teñir camisetas, cocinar comida vegetariana o hacer un día de ejercicio guiado por Íñigo. El calor nos limitaba bastante así que debíamos ir con cuidado. La marcha volante estuvo muy bien también, de La Revilla a Covarrubias donde nos dimos un chapuzón en el piélago y de Covarrubias a Barbadillo del Mercado donde pasamos una noche con el Grupo Scout Arlanzón.
Tras la marcha vino el día de las familias cargado de comida, día en el que cogimos fuerzas para el Robinson y nos despedimos de nuestros familiares por si no los volvíamos a ver. Llego el día, el esperado Robinson, 24 horas solo, para reflexionar contigo mismo, sobre ti mismo. A algunos se les hizo más largo que a otros pero sin duda mereció la pena. Terminado el Robinson y llegando todos sanos y salvos, quedaban ya apenas 4 días de campamento en el que hicimos diversas actividades y nos dedicamos a comenzar a desmontar.
El día 30 se acababa nuestro campamento lleno de risas, anécdotas, juegos, caídas y sin duda un campamento que ha unido mucho al Clan Narayan. Cuando dejamos el campamento, no teníamos en mente que tan solo tres días más tarde, nos íbamos al Roverway… pero eso es otra historia que os contaremos próximamente.
Siempre listos,
Clan Narayan
