Ya en 2008 y recuperadas las fuerzas os contaremos nuestra experiencia en el campamento.
Fuimos a Montes Claros para ayudar a los elefantes que habían perdido a su pastor y necesitaban cruzar las montañas para emigrar al sur. Llevamos con nosotros la Luz de la Paz, pues es la única que siguen los elefantes, que nunca han matado y por eso son puros.
Empezamos buscando un rastro de Toomai, el pastor, en los alrededores de la roca donde contaba historias a Hathi. Le dejamos un mensaje y ahí empezamos a cazar de verdad. Siguiendo las indicaciones de Toomai, que estaba escondido del cazador furtivo Buldeo, confeccionamos unos llamadores de Tha para estar más seguros, aquella noche Buldeo intentó robarnos la Luz, pero se quemó, pues iba con mala idea y la recuperamos.
Completamos los candiles que habíamos empezado en la base, y marcamos el camino al pantano con ellos. Volvimos al santuario en tren, pues el final del rastro estaba ya cerca de la estación.
A la mañana siguiente, cuando fuimos a buscar un mensaje de Toomai nos encontramos con él mismo en persona, quien tras un emotivo reencuentro con Hathi, nos agradeció nuestra ayuda y nos enseñó a saludar a los elefantes y cómo encontrar a Buldeo para darle un escarmiento.
Además de ayudar a los elefantes, hemos hecho la admisión 12 patatiernas (que ahora son lobatos), Alba hizo su promesa, y Alberto González pasó a ranger.
Buena Caza y Largas Lunas, nos vemos en la base el sábado 12.
acaso alguien dudaba de los lobatos xa cumplir nuestra mision!!!
«haremos lo mejor»
buena caza